Integración
Para que las tecnologías involucradas en el concepto de Internet de las cosas (IoT - Internet of Things) sean aplicadas con efectividad, hay necesidad de integrarlas y de considerar la potencialidad de sus elementos principales, que, de forma complementaria, confieren seguridad y simplicidad operacional, que caracteriza este contexto.
Los principales componentes de una solución IoT, son:
A. Detección: captura de datos en los puntos de medición, que implica el tratamiento tanto de los componentes antiguos instalados ("legados"), cuando sea posible, así como de los diferentes tipos de protocolos actuales disponibles, bajo el cual operan los diferentes equipos. Esta actividad involucra incluso el desarrollo de dispositivos electrónicos dedicados a la obtención de tales datos recolectados, para la cual se presta especial atención.
B. Transmisión de datos: para el tratamiento de los datos recogidos, involucrando el uso de tecnologías consolidadas como RFID, WiFi, NFC, GPRS, GSM, LTE, o tecnologías emergentes típicas de IoT, como ZigBee, Z-Wave y, principalmente, LPWA (Low Power Wide Area Network) y protocolo LoRaWan (Long Range WAN), que trae gran potencial de uso a las ubicaciones hostiles y remotas.
C. Consolidación de datos: la cantidad de datos generados es potencialmente inmensa, especialmente en las aplicaciones de frecuente toma de datos, como las acopladas a saneamiento, aceite y gas, minería, automatización industrial, control hospitalario, agro negocio, rastreo de objetos y muchas otras .
D. Presentación: la capa de presentación hace que todos los datos recolectados, sean convenientemente presentados, de modo que el valor generado por la tecnología pueda demostrar su potencial, dando soporte a conceptos como "analytics", "BI", AI, Big Data y "insights".
E. Monitoreo: Que permite el seguimiento de todas las actividades, así como la detección de anomalías, frente a las especificaciones y activación de alarmas y envío de las comunicaciones debidas (mensajería).